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miércoles, 12 de mayo de 2010

El diamante perdido

El diamante perdido.

Por Diego Escobar

“¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo? Esto es urgente porque la eternidad se nos acaba...”
Jaime Sabines (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 25 de marzo de 1926 - Ciudad de México; 19 de marzo de 1999). Poeta
Cuando se habla de Jaime Sabines hay un ambiente especial en el aire, ese sentimiento de amor y soledad.
La primera vez que leí algo de él me dieron ganas de escribir, pero me decepcione cuando vi que no tenía el mismo talento. Entonces se me ocurrió la idea de dedicar a mi nombre un poema suyo, nunca me atreví sabia que además de las palabras tenía que tener la personalidad obviamente mi acto impostor estaría al descubierto, pero eso es lo que sucede ahora entre los románticos, ya no quieren escribir por miedo a que ya todo este escrito. La originalidad se está muriendo y con ella la poesía, y no hablo de la poesía literaria si no de la poesía urbana, de la popular, de la que sabe identificar un beso, un abrazo, una acción de valentía como un poema de amor sin ser palabras o escrito.
“La poesía es un acontecimiento humano y la puedes encontrar en cualquier parte, a cualquier hora, sorpresivamente.” Nos dice Sabines, y con esto me pregunto melancólicamente ¿Dónde nos hemos perdido los románticos?, ¿Dónde están las niñas en los balcones ahora? No tengo la respuesta y lo único que queda es leer a Jaime Sabines con una copa de vino y con el corazón en la mano.
Sabines escribe sobre el sexo, la muerte, la pasión, el amor y la vida. No le da miedo hablar de dios, de la religión y tampoco se detiene al enfrentarse el mismo. Un modelo de hombre antes de poeta que como ejemplo nos enseña que el sufrimiento también es vida si sabe expresar con palabras.
“(…) Entonces comprendí que no se debe vivir a lo poeta, sino a lo hombre.”
“Cuando escribo, lo único que sé es que sufro de dolor, de esperanza, de alegría; sé que estoy sufriendo y que necesito decirlo.”
Ojala en este México, en cualquier lugar se esté cultivando una camada de poetas, esa es una de las esperanzas que realmente necesitamos, ya que nos estamos hundiendo entre pobreza, narco, violencia, política, economía, etc. Y la única solución que veo para el futuro es que las letras ganen, la revolución blanca triunfe y triunfe el poder de las palabras, El Diamante Perdido.
A continuación una selección personal de 3 poemas de Jaime Sabines para hacernos suspirar, Busquen a Sabines, les prometo que sus novias estarán agradecidas.

Tu nombre

Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.

Yo no lo sé de cierto

Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.

Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)




Te desnudas igual


Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!

Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y como nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!
(Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento un escalofrío.)

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